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  • Foto del escritorBeth Rosell

Cómo adaptarse a la rutina después de vacaciones


Septiembre es el mes del cambio por excelencia: vuelta de vacaciones, inicio de curso escolar, nueva temporada política, radiofónica… y vuelta a la rutina. Quizás te está costando adaptarte a todo, te sientes desmotivada y sin ánimo. ¿Es esto normal?


Sí. Todo cambio conlleva un desequilibrio. El bajo estado de ánimo, la tristeza, el miedo, la irritabilidad y el bajo rendimiento pueden ser indicadores de una dificultad a adaptarse al cambio. Y esto es lo que nos sucede en mayor o menor medida a todas.


Para algunas, después de algunos días, la rutina forma parte de sus vidas de manera rápida y sin sobresaltos Para otras, en cambio, la adaptación al cambio cuesta un poco más. Si este es tu caso, fíjate en estos pasos que te ayudarán a conseguir un nuevo equilibrio.


1. Identificación de la situación actual o del problema

2. Fase de aceptación

3. Búsqueda del compromiso con una misma

4. Paso a la acción

5. Nuevo equilibrio


1. Identificación de la situación actual o del problema

Cuando sabes por qué te sientes así, es más fácil aceptar esta situación o estado anímico. Te permites sentirte así, y no te dices frases cómo: -No sé qué me pasa, si acabo de venir de vacaciones… debería estar con las pilas bien cargadas…-


1. Fase de aceptación (Recuerda el post Tolerar vs. Aceptar)

Una vez identificado el problema, es más sencillo aceptarlo, para así, poder salir de este estado sin culparse, ni presionarse.


2. Búsqueda del compromiso con una misma (recuerda la noción compromiso vs. obligación)

Comprométete contigo misma a planificar nuevas acciones y a llevarlas a cabo. Te ayudará a transitar por este período de estancamiento. Es evidente que si el pensamiento se direcciona hacia la acción, esta es más sencilla de llevar a cabo. Saber lo que se tiene que hacer, cuándo y cómo aporta mucha tranquilidad y mueve a la acción.


3. Paso a la acción.

Es importante que el paso de la inacción a la acción sea paulatino. En muchas ocasiones somos tan exigentes con nosotras mismas, que queremos asumir un ritmo de trabajo que teníamos un mes atrás en apenas unas horas. Sé realista. Te ayudará.


4. Nuevo equilibrio.

Poco a poco, todo vuelve como antes. Todo se hace más fácil. Necesitas menos energía para realizar tus tareas y te sientes más tranquila. Ya te has adaptado.


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