En pleno mes de diciembre se multiplican las cenas o comidas laborales. Unas cenas en las que debes evitar una serie de errores, si no quieres que tu imagen corporativa quede dañada.
Las cenas o comidas de empresa en torno a la Navidad son eventos en donde la comunicación interpersonal cobra mucha importancia. Es relevante tener en cuenta que no se trata de una comida familiar, ni con amigos, sino con compañeros y compañeras de trabajo y lo más importante, con tus superiores, jefes, responsables... Es por ello que tienes que cuidar tu manera de comunicarte tanto verbal como no verbal.
A continuación te propongo diversas ideas a tener en cuenta.
Ten en cuenta qué, cómo y con quién hablas. En muchas ocasiones, la emoción del momento, el ambiente distendido promueve a confesiones que en un futuro te pueden pasar factura. Hay gente que tiene una memoria prodigiosa para utilizar en tu contra aquello que tú apenas recuerdas que dijiste.
Trata con respeto a tu jefe o jefa. No pierdas nunca de vista las relaciones interpersonales en la empresa. Aunque todos brindéis con alegría, no es necesario tratar a tu jefe o jefa como a tu mejor amigo/a. Ni aunque lo fuera. Y evita bromas o alusiones de mal gusto de tu jefe. Te está escuchando... Y aunque ría, seguro que no le está haciendo gracia.
Cuidado con el alcohol. Ya no solo por tema de salud, que sería de por sí suficiente, sino porque te hará perder el control sobre tu comportamiento. Y créeme, el recuerdo de tu canción encima de la mesa no te parecerá tan divertido al día siguiente. Y si eres abstemio/a, no pasa nada. Pide tu copa de agua y no cedas a presiones.
Relaciónate con todos. Para hablar con los de siempre, ya existe el resto de días del año. Ahora es ocasión para hablar con el resto. Con las personas que quizás no sabes ni su nombre. Aprovecha la ocasión para hacer networking. Muchas de las buenas ideas empresariales surgen a partir de conversaciones informales.
Cuida tu vestuario. No hay nada peor que llevar prendas que no vayan contigo, y que parezcas un árbol de Navidad. Recuerda el lema de Coco Chanel "menos es más" y asegúrate de que vas elegante y adecuado o adecuada a a la situación. Sé fiel a tu estilo y en caso de duda, ya sabes: "menos es más".
Paga cuando, como y lo que toque. Si no es que la empresa te invite o que sea un menú cerrado, no hay nada que te deje en peor situación hacia el resto que no haber pagado la reserva, no haber hecho el bizum o protestar porque tú no has consumido platos tan caros como los otros comensales. Considera si económicamente te va bien o no el evento y decide si acudes o no. Pero si vas, que el dinero no sea protagonista.
Regalos en privado. Quizás todos os hacéis un amigo invisible, pero si lo que quieres es agradecer a un compañero o compañera o incluso a tu jefe por algo en concreto. Sé discreto y discreta y dáselo en privado. Puedes suscitar comentarios o herir susceptibilidades en caso contrario.
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