¡Ya ha llegado Halloween!
Pásatelo de miedo con esta canción. ¡Todo un clásico!
¡Señoras y señores! ¡La noche de los difuntos ha llegado! ¡Brujas, murciélagos, vampiros, calaveras, pesadillas! ¡Esto es Halloween! ¡La fiesta del miedo ha llegado! Niños y mayores, todos nos rendimos a las capas negras, a los ojos rojos, las velas, las telarañas, la oscuridad y la música tenebrosa… ¿Qué tendrá el miedo que nos atrae y nos paraliza? Nos encanta reírnos del miedo, nos hace sentir seguros… Superamos el miedo al miedo. Este es el tema. Superar el miedo al miedo.
Pero ¿qué es el miedo? El miedo, en sí mismo, es una emoción positiva, porque nos avisa y nos protege de amenazas reales. Esto es, nos ayuda a sobrevivir. Gracias al miedo somos prudentes y no nos tiramos de un precipicio sin un paracaídas. Ni cruzamos la calle sin mirar. Ni aceptamos propuestas de desconocidos. Sin embargo, ¿qué ocurre cuándo estas amenazas son ficticias? Nuestro cerebro no distingue entre una amenaza ficticia y otra real. Y es aquí cuando el miedo se transforma en una emoción que nos paraliza, nos impide avanzar, cambiar y aprender. No lo queremos. No lo deseamos, pero el miedo está ahí, retándonos. Y siempre gana. Y con cada victoria del miedo nos sentimos más y más pequeñ@s, incapaces, temeros@s.
¿Siempre gana el miedo? No tiene por qué. Puedes ser valiente avanzando, a pesar del miedo. Actúa, avanza y a cada paso que des, ese miedo se asustará de tu seguridad y se desvanecerá como un fantasma, porque el cerebro entiende que las amenazas que suponía no eran tales. Y las elimina. Tu cerebro elimina el miedo.
De acuerdo. Esto lo entiendes. Pero en realidad, el miedo sigue ahí. Vigilante. Impidiendo que te muevas. ¡Desaparece miedo! ¡Vete! Le dices. Pero ahí está. Ante ti. Bloqueando cualquier opción de cambio… ¿Qué puedes hacer?
Voy a proponerte un plan de acción para superar el miedo al miedo. Es posible. Claro que sí. Pero para ello, es necesario tu compromiso para seguir estos pasos. ¿Preparad@? La fiesta de Halloween acaba de empezar para ti:
1. Identifica tu miedo: ¿miedo al fracaso? ¿a no ser capaz? ¿miedo al cambio?¿tienes miedo a fallar a los demás? ¿a qué se rían de ti? ¿miedo a que no te acepten? ¿a no ser merecedor/a del amor del otr@? ¿a no querer destacar para no provocar envidia? ¿al futuro incierto que se abre ante ti?
2. Escribe algunos hechos de tu pasado que sí hiciste, aunque tuviste miedo. Escribe cómo te sentiste, qué te ayudó de ti mism@ a conseguirlo, quién estuvo a tu lado para conseguirlo.
3. Focaliza tu pensamiento en tu objetivo: ¿qué quieres conseguir? Escribe cómo te sentirás cuando lo consigas, qué has aprendido de ti que antes no sabías.
4. Identifica qué te impide conseguirlo: ¿qué piensas, qué sientes, qué haces o qué no haces que te paraliza?
5. Divide tu objetivo a conseguir en otros más pequeños, que te veas capaz de conseguir.
6. Al lado de cada mini-objetivo, escribe cuándo lo vas a hacer. Actúa. Hazlo.
7. Cuando consigas cada mini-objetivo, escribe cómo te sientes. Ve al número 4 y tacha aquello que pienses o sientas diferente con este éxito.
8. Sigue avanzando, no pierdas de vista tu objetivo principal, con cada paso, estás más cerca de él. Confía en ti.
9. Felicidades. ¡¡¡¡Lo has conseguido!! Celébralo.
10. Pásatelo de miedo a partir de ahora: con más confianza en ti mism@. Con más autoestima para conseguir nuevos retos… ¡a pesar del miedo!
Soy consciente de que todo esto te puede suponer un sobreesfuerzo. Si este es tu caso y necesitas una palanca para actuar, otra opción es contratar el servicio de algún coach.
Ánimo. La mejor manera de superar el miedo es enfrentándose a él.
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